8 de març 2010

Cuando dejar la política (via Donaire)


El Gran Donaire (como el gran Wyoming) siempre expresando las cosas más difíciles o delicadas de la forma más sencilla. En este caso, además, estoy de acuerdo al 100%.


Si es usted un abnegado concejal, un esforzado alcalde, un laborioso diputado, un senador inquieto, en definitiva, si ha decidido dedicar lo mejor de su talento a la cosa pública, enhorabuena. Como he dicho en alguna ocasión, la política es el más asombroso artefacto social, si exceptuamos las convenciones de ufólogos y el Festival de Eurovisión.

Hay dos momentos claves en la trayectoria política: Entrar y salir. ¿Cuándo dejar la política?. No es fácil responder a esta pregunta. En todo caso, si es usted político y se reconoce en al menos tres de estas diez situaciones, probablemente ha llegado el momento de ceder el relevo a nuevas caras.

1. Asiste a una comida familiar, pongamos que el aniversario de la abuela. Antes de empezar el segundo plato, un familiar lanza un comentario crítico sobre la gestión del gobierno y usted no sólo no toma nota, sino que reacciona airadamente.

2. En una reunión de su partido, le presentan a un joven emergente, brillante, trabajador y entregado. El primer pensamiento que le viene a la cabeza es: "A ver si éste me va a acabar sacando el puesto".

3. Recientemente, ha dicho algo similar a esto: "El problema no es lo que hacemos, sino cómo lo explicamos. Tenemos que saber comunicarnos mejor".

4. En su último discurso, ha dedicado más tiempo a defenderse de determinadas acusaciones que a explicar su proyecto de gobierno.

5. Últimamete habla de usted en tercera persona. Ha dicho algo así como "Este diputado tiene claro..." o "este alcalde nunca tolerará".

6. En una reunión de trabajo, alguien presenta una iniciativa innovadora y antes de que acabe usted piensa: "Esto no va a funcionar, seguro".

7. Ha utilizado un falso nick y ha escrito un comentario en un diario digital alabando el trabajo que hace y/o criticando a los rivales.

8. Últimamente, siempre llega tarde a los actos y se va antes de que acaben.

9. Ayer, pasó más tiempo en la sede de su partido que en la calle.

10. Hace más de dos semanas que no le explica un cuento por la noche a su hijo.