6 de maig 2008

El preu dels aliments (I) El Problema


Por qué hay que aumentar la oferta mundial de alimentos y subsidiar a los pobres
El regreso de John Keynes y Thomas Malthus


Por Joaquín Mirkin, 5 de Mayo de 2008

La fuerte subida de los precios de los alimentos en el mundo tiene causas diversas y complejas, pero se puede resumir en lo siguiente: la demanda ha subido mucho más que la oferta. Si los países desarrollados no se ponen de acuerdo y no ponen dinero fresco para subsidiar la comida de los más pobres, millones de personas podrían morir de hambre. El autor recomienda aumentar la oferta mundial de alimentos (mediante la tecnología y la ciencia que ya existe), subsidiar la comida de los más pobres, y liberalizar el comercio mundial de la agricultura.


¿POR QUÉ DOS ECONOMISTAS DEL SIGLO XVIII, XIX y comienzos del siglo XX, como Thomas Robert Malthus y John Keynes, tienen hoy, en 2008, tanta actualidad?

Porque sus teorías nos pueden ayudar a diagnosticar parte de lo que está ocurriendo en la economía y la política internacional (Malthus) y nos ofrecen respuestas (Keynes) para solucionar los problemas que se nos han venido encima y que podrían provocar millones de muertos si no se toman medidas drásticas y urgentes.

¿QUÉ ESTA OCURRIENDO?
“La era de los alimentos baratos se ha acabado, principalmente porque ha aumentado la demanda” Los medios económicos más importantes del mundo (The Economist, Wall Street Journal, Financial Times, Harvard Business Review, The McKinsey Quarterly) han dedicado extensos artículos y documentos a la misma pregunta: ¿por qué suben los precios de los alimentos en todo el mundo? La problemática es compleja, pero se puede resumir en lo siguiente: la demanda ha subido mucho más que la oferta.

La era de los alimentos baratos se ha acabado, principalmente porque ha aumentado la demanda. Solamente en los últimos 15 años, 400 millones de asiáticos se han incorporado como nuevos consumidores al mercado mundial. Es muy probable que otros 600 millones se sumen en los próximos 15. Una nueva clase media surgida de los países emergentes, sobre todo en los BRIC: China, India, Brasil y Rusia.

Se trata, desde mi punto de vista, “La crisis global de alimentos es una seria amenaza para la paz y la estabilidad mundial” de un proceso muy positivo de creación de riqueza en los países en desarrollo y de incorporación de millones de personas al mercado mundial, pero que está generando fuertes tensiones en todo el mundo por el alza de los precios de los alimentos, sobre todo en los 30 países más pobres de la tierra, donde están surgiendo millones de nuevos pobres que quedan debajo del índice de pobreza.

Los países desarrollados deben tomarse tan en serio esta crisis que se nos ha venido encima, como la que afecta a los mercados financieros. La crisis global de alimentos es una seria amenaza para la paz y la estabilidad mundial.

¿QUÉ PUEDE SUCEDER?
Si los países desarrollados no se ponen de acuerdo y no ponen dinero fresco sobre la mesa para subsidiar la comida de los más pobres, millones de personas podrían morir de hambre. Sólo en Asia se encuentran afectadas mil millones de personas por la crisis alimentaria global, según Rajat Nag, director general del Banco Asiático de Desarrollo (ADB). “El alza de los precios no afecta de la misma manera a todos. Hay ganadores y perdedores”
Para Naciones Unidas, la dramática escalada de los precios de los alimentos en todo el mundo se ha convertido en un desafío sin precedente, de proporciones mundiales, según declararon 27 jefes de agencias internacionales reunidos hace pocos días en Berna, Suiza.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó a la comunidad internacional a donar 2.500 millones de dólares para financiar el Programa Mundial de Alimentos (WFP). Si no se obtienen estos fondos, veremos una hambruna generalizada, malnutrición y malestar social en una escala sin precedente, alertó.

“Lo más probable es que los alimentos continúen subiendo. La era de los alimentos baratos se ha acabado”
Pero el alza de los precios no afecta de la misma manera a todos. Hay ganadores y perdedores. Los países productores de alimentos que tienen superávit de tierras, cultivables, agua y capacidad productiva (Brasil y Argentina, por ejemplo) se beneficiarán. Pero los países importadores de alimentos, como África Occidental o los más pobres de Asia sufrirán fuertes convulsiones. Recordemos que en los países pobres el porcentaje sobre el salario dedicado a gasto en alimentos es altísimo.

Por lo pronto, lo más probable es que los alimentos continúen subiendo. Los analistas no se ponen de acuerdo sobre si el alza de los precios seguirá por dos años más, o cinco, o diez. La era de los alimentos baratos se ha acabado.

¿POR QUÉ AUMENTA LA DEMANDA Y SUBEN LOS PRECIOS?
“La demanda mundial de trigo en el período 1964-66 era de 1.000 millones de toneladas; en 2015 será de 2.500 millones de toneladas” Thomas Malthus, el brillante economista inglés (1766-1834), considerado el padre de la Demografía y conocido por su Essay on the Principle of Population (1798), explica que la población humana crece en progresión geométrica (por ejemplo, 5, 15, 45, 135, 405… es una progresión geométrica con razón igual a 3), mientras que los medios de subsistencia lo hacen en progresión aritmética (3, 5, 7, 9, 11,… en una progresión aritmética de constante 2).

1.260 millones de personas habitaban la tierra en 1850. Poco más de un siglo después, la población se duplicaba hasta alcanzar los 2.755 millones en 1955. En 2005 la población llegó 6.454 millones. La demanda mundial de trigo en el período 1964-66 era de 1.000 millones de toneladas; en 2015 será de 2.500 millones de toneladas, según la FAO.

Desde que Malthus publicó sus escritos, el desajuste entre oferta y demanda se fue resolviendo gracias al deslumbrante salto tecnológico en la producción de alimentos: genética, técnicas de labranza, maquinarias de avanzada, etc. Hoy vuelve a surgir el desequilibrio por el ingreso de nuevos consumidores en los países emergentes. Y este nuevo desajuste será resuelto –no inmediatamente, sino que demorará unos años– gracias a la innovación en ciencia y tecnología.

“Hay que aumentar la oferta mundial de alimentos, mediante la tecnología y la ciencia que ya existe, y subsidiar la comida de los más pobres, así como avanzar en la liberalización del comercio” Pero hay más razones para explicar la fuerte subida en la demanda de alimentos. Destacaría las siguientes: el uso de cosechas para la producción de biocombustibles y las tendencias en Asia como el consumo de yogur y otros productos lácteos de los jóvenes o el incremento del consumo de carne como identificación con el éxito de las nuevas clases medias de los países emergentes. Asimismo, la subida espectacular del precio del petróleo (que ha alcanzado los 120 dólares el barril brent) repercute directamente en los insumos como fertilizantes y herbicidas, que, recordemos, son derivados del petróleo. Afecta también el cambio climático, que provoca sequías e inundaciones. Lógicamente, todo ello se traduce en un incremento significativo de los precios.

Si a todos estos factores se añaden las restricciones a las exportaciones de alimentos que están aplicando países como Argentina, Rusia, Vietnam y Ucrania para –dicen– frenar la inflación y aumentar la recaudación impositiva (a través de retenciones o impuestos) podemos explicar entonces por qué el arroz, alimento básico para medio mundo, vale un 70 por ciento más desde enero de este año.